El embarazo es un acontecimiento importante en la vida de una mujer en muchos sentidos. Además del significado simbólico de poder dar vida en el espacio de unos pocos meses, va acompañado de importantes cambios físicos, fisiológicos y psicológicos en la futura madre. La gran agitación hormonal que acompaña a la mujer embarazada desde el inicio del embarazo hasta las primeras semanas después del nacimiento del bebé es un factor importante. El cuerpo y la mente quedan entonces a merced de los grandes agitadores que son los estrógenos y la progesterona y las consiguientes variaciones que generan en el conjunto del organismo. En el plano puramente energético, las necesidades de esta última varían considerablemente, ya que debe satisfacer las de la futura madre, pero también las de un pequeño ser en formación. Por no hablar de que las radiaciones electromagnéticas que caracterizan a nuestras sociedades hiperconectadas no perdonan ni a la mujer embarazada ni al feto en desarrollo. 

La exposición prenatal está lejos de ser inofensiva

Aunque todavía no se han identificado todos los peligros asociados al impacto de las ondas electromagnéticas en las mujeres embarazadas y sus hijos, varios estudios están examinando seriamente el tema. Los investigadores destacan los posibles riesgos para la salud relacionados con las radiaciones electromagnéticas durante el embarazo: alteración del desarrollo cerebral del feto, ya que la exposición prenatal se produce en un momento en el que el cerebro está en construcción, riesgo de hiperactividad, trastornos del comportamiento o del aprendizaje, etc. La replicación del ADN y el crecimiento celular también pueden verse fuertemente alterados por las radiaciones. Por parte de la madre, esta exposición también puede provocar diversos dolores, como cefaleas, y trastornos del sueño. 
Soluciones mom para el bienestar de la mujer embarazada y de su hijo 

El embarazo y la infancia son, por tanto, los períodos más sensibles a la exposición a las radiaciones ionizantes y no ionizantes. Por ello, limitar esta exposición es esencial para las mujeres embarazadas y sus hijos. Al transformar las radiaciones electromagnéticas en una fuente de energía positiva para todos los seres vivos, las ondas escalares que emanan de todas las soluciones mom constituyen una solución fácil y eficaz para preservarse de estos efectos nocivos. Además, al actuar en el corazón de las células, permiten a las mujeres embarazadas vivir mejor todos los cambios físicos, fisiológicos y psicológicos que acompañan al embarazo, ya que las ondas escalares están al unísono con los procesos biofísicos de información energética de su organismo, así como del niño en desarrollo. Así, los   También lo puede llevar el bebé al nacer, sobre todo para ayudarle a afrontar la ruptura con el entorno uterino. 

El equipo de Espace mom®