Alexandra Lobbens, enfermera privada en los Alpes-Marítimos

¿Cómo descubrió los dispositivos mom®?

Un amigo me habló muy bien de ellos, así que fui a una feria de bienestar en Mandelieu donde conocí a Hubert Mauerer. Le expliqué que padecía endometriosis generalizada desde hacía tres años y que me acababan de extirpar el útero. Tres años marcados por un intenso dolor y una fuerte medicación, como la morfina. Al hablar con él, descubrimos que el uso de placas de inducción para cocinar probablemente estaba teniendo un impacto negativo en mi bajo vientre y mis ovarios. Me sugirió que me hiciera con el corrector de red mom®3, que coloqué en el contador de electricidad de la casa. Al cabo de un mes, me di cuenta de que mi dolor había desaparecido por completo y que llevaba varias semanas pasando noches tranquilas sin tener que tomar ninguna medicación. Esta mejora en mi salud está directamente relacionada con la instalación de esta solución mom® en la red eléctrica de la casa.

También ha comprado el colgante minicubo mom®. ¿Por qué lo ha comprado?

Mi estado de salud mejoró significativamente y se estabilizó tras la instalación del corrector de red eléctrica mom®3. Sin embargo, en cuanto tenía que viajar por grandes ciudades o cuando me encontraba en un entorno expuesto a altas ondas electromagnéticas, el dolor reaparecía, obligándome a tomar la fuerte medicación que había conseguido dejar de tomar. Convencida de los beneficios de las ondas escalares tras mi experiencia con el corrector eléctrico, adquirí el colgante minicubo mom® Después de llevarlo durante una semana, el dolor desapareció por completo, lo que me permitió volver a prescindir de la medicación. Desde entonces, me he acostumbrado a llevarlo todos los días, especialmente cuando salgo por la ciudad. Realmente siento su efecto beneficioso, la protección que aporta a la persona electro-hiper-sensible que obviamente soy.

Como enfermera, ha elegido equipar su consulta con el colchón de terapia de ondas escalares mom® 108.

Sí, y no me arrepiento. Sus efectos realmente mejoran el proceso de tratamiento. Mis pacientes, así como los de mi marido, que es naturópata, lo aprecian especialmente. Todos coinciden en el bienestar, el estado de calma y relajación, así como la sensación de microvibraciones que genera. Incluso recibimos a una mujer embarazada que había venido durante gran parte de su embarazo para tumbarse en estecolchón de terapia de ondas escalares. Dijo que sentía que tanto ella como su bebé lo necesitaban. Cuando me siento un poco floja en la oficina, me tumbo en él unos veinte minutos. Es como si estuviera conectada a una toma de corriente que me recarga suavemente para aumentar mi energía. Hoy en día, estoy totalmente convencida de los numerosos efectos beneficiosos de los dispositivos mom® para el bienestar y la salud. Las ondas escalares han cambiado mi vida de forma innegable.