«El corrector ambiental suele recomendarse para el confort y el reequilibrio geobiológico de la casa. Pero, por casualidad, descubrí una nueva utilidad.

En diciembre de 2022 tuve la oportunidad de realizar un espectáculo en un local del sur del Finisterre, en Francia, donde pude presentar los dispositivos Mom. Era poco antes de Navidad, y como regalo de última hora era una buena idea. Pero como a continuación verán, la idea me llevó mucho más lejos de lo que pensaba.

Era un espacio muy grande y abierto, así que los dispositivos estaban colocados sobre una mesa a unos diez metros del escenario. Ese día me sentía cansada, iba con retraso respecto al programa previsto; y solo mientras el público se iba acomodando pude concentrarme en el relato épico que pretendía hacer llegar a los oídos de un público bien experimentado, con mucha gente conocida, lo que es aún más difícil que con desconocidos.

Los focos se encendieron, y desde las primeras frases pude sentir que estábamos sincronizados (a veces tardo hasta 45 minutos en conseguir que todo el mundo se concentre en lo que estoy contando). Las palabras bailaron en mi boca durante 1h30, mi cuerpo se movía libremente hacia todas las direcciones del escenario. El público vibraba, reía y se impregnaba del texto de Ma doué en toda su profundidad. Ósmosis, comunión total y la danza final dejó el ambiente en suspenso. Una reverencia. Silencio. Plenitud. Muchas personas me comentaron más tarde el estado de trascendencia en el que me había encontrado y cómo les había llegado al corazón.

Al día siguiente, volví a ver a varias personas que habían estado presentes el día anterior en un taller de meditación conjunta. Estaban todas de pie, con la mirada despejada y luminosa, el aura límpida. Y en ese momento, me sorprendieron, ¡no me lo esperaba!

Nunca había alcanzado tal nivel en ninguna de las representaciones que hasta ahora había hecho. Así que de ahí a pensar que la presencia de los dispositivos Mom había contribuido a ello solo había un pequeño paso. Sí, estaba segura. ¿Pero cómo hablar de lo que se siente, pero no puede verse? Solo tenía un deseo. Volver a probarlo.

Así que repetí la experiencia unos días después en otra representación en una residencia de ancianos junto con un grupo de niños de un colegio. El corrector ambiental estaba colocado sobre un cable eléctrico en el suelo. Era un gran desafío conseguir que nuestros mayores y unos niños tan pequeños respondieran con el mismo entusiasmo. Una vez más, se produjo el milagro. Durante la animación que siguió al espectáculo, todos sentimos la misma sensación de perfecta armonía: el monitor, la profesora, los niños, las personas mayores y yo. ¡Todos atentos «a lo que estaba pasando»!

El corrector ambiental me acompaña ahora en todas las representaciones. De incógnito, trabajamos juntos para lograr la armonía, y eso se nota en las miradas y las sonrisas en los labios. Su presencia me ha sido de gran ayuda, permitiéndome aceptar mis dos facetas: la de artista y la de terapeuta. Ambas se dan la mano y me aportan una gran paz interior, me siento reconciliada.

Solo puedo dar las gracias por este inmenso regalo hecho a la humanidad. Los dispositivos Mom no solo transmutan las ondas negativas en ondas positivas, sino que también permiten el desarrollo de la armonía, la paz, el equilibrio y la fraternidad entre las personas de cualquier edad. GRATITUD».

Sylvie Pencreac’h, terapeuta y consultora mom®