Según el Centro de Información sobre el Agua, el 67% de los franceses declararon beber agua del grifo en 2020. Cada segundo sale de nuestros grifos 174.000 litros de agua potable, el equivalente a 5.500 millones de m3 distribuidos cada año en Francia. En 2004, un informe del Senado cuestionó seriamente la calidad de este agua, pero hay que decir que las normas se han endurecido considerablemente desde entonces. Sin embargo, el agua del grifo procede directamente de nuestro entorno y, por tanto, contiene lo que este último contiene. Mientras que algunos de los elementos que la componen no tienen impacto en la salud, como la piedra caliza de las capas de suelo por las que pasa el agua, otros, como los nitratos y los pesticidas, deben ser vigilados. Quizá le sorprenda saber que, en el caso de estos últimos, se permite un contenido total de 0,5 microgramos por litro en el agua que utilizamos para beber, lavar, regar nuestras plantas o llenar la piscina. En otras palabras, el agua del grifo que ingerimos masivamente a diario está lejos de ser tan clara como el cristal. Algo que da que pensar si se tiene en cuenta que consumimos una media de 150 litros por persona al día…

El efecto de las ondas escalares en el agua

Las ondas escalares son parte integrante de lo que los físicos llaman «ruido de fondo», esa mezcla de ondas sin la cual no sería posible ninguna forma de vida. Estas pequeñas partículas, superabundantes en el universo, nos nutren en todo momento, tocando cada parte de nuestro cuerpo y toda la materia por decenas de miles de millones cada segundo, pasando fácilmente a través de ellas. Comprendemos por qué estas ondas benéficas, que tienen la capacidad de transformar las emisiones de ondas electromagnéticas contaminantes en emisiones de ondas benéficas para la salud de los seres vivos, pueden ser preciosas para quienes desean purificar o «depurar» el agua del grifo que consumen. Al actuar en el corazón mismo de las células del agua, las ondas escalares la librarán de sus diversos contaminantes y le devolverán sus virtudes originales.

El escalarizador mom®11, generador de ondas escalares para agua y bebidas

Última incorporación a la gama de soluciones mom®, el escalarizador mom®11 genera ondas escalares para eliminar, en sólo 15 segundos, los efectos de los componentes nocivos presentes en el agua (del grifo o embotellada), así como en todo tipo de bebidas (agua, zumo, infusiones, té, café, vino, etc.). Se puede adaptar a diversos soportes, como tazas, vasos, garrafas, termos, etc., y su base hace que sea especialmente fácil de usar. Tras pasar por sus manos, beneficiándose de su emisión de ondas escalares, el agua y las bebidas no sólo se purifican de los componentes nocivos que puedan contener, sino que también ven aumentada su calidad vibratoria y sus beneficios son mayores. Para sacarle el máximo partido, la bebida debe consumirse directamente después de haberla sometido al escalarizador.

El equipo de Espace mom®